gandalfwith
Novato
Mensajes: 27
|
|
« : Octubre 21, 2009, 01:40:21 » |
|
IMPORTANTE: a los moderadores del foro porfavor no mezclen este post con el anterior de la leyenda de elorian puesto que la gente que entra en el otro post no siempre nota que he escrito este nuevo y seria una lastima para mi que algunos no puedieran hacerlo muchas gracias y disfruten de el ^^
para mis amigos de siempre: he de contarles, que parece que estoy llegando al final, "EL RASTRO" se desvanece, ya no hay pistas que me conduzcan mas allá de lo que mis ojos ven, intentare seguir pero... cada paso es mas difícil esto es lo ultimo que he logrado traducir del ultimo papiro hallado, espero que puedan leerlo hasta pronto
me tomo 6 días la campaña hasta mort`ton, fueron 6 días de mucho cansancio en el camino me tope con cantidades de obstáculos, espectros acechando mi paso, anidados entre el denso follaje en una ocasión tuve la sensación de sentirme observado como si algo mas maléfico que esos fantasmas me mirara a la distancia lutharun me acompañaba sin cuestionar mis decisiones en cuanto a la dirección correcta no sabia de donde pero una fragancia extraña me guiaba en mi sendero abriéndome paso entre la maleza, obligado a adoptar mi diabólica apariencia de lobo para no retrasar mis pasos, avance hasta que el terreno le permitió paso libre a mis pies humanos, luego no volví a transformarme, solo un par de veces cuando alguna tétrica criatura quería alimentarse de mi. mi olor a carne atraía seres espectrales y al mismo tiempo mi fragancia bestial los repelía al llegar a mort`ton me encontré con una calida bienvenida lutharun y yo nos vimos rodeados por unos seres sin alma, parecían vivir por inercia sin la mas mínima señal de conciencia nos atacaban con movimientos torpes y nada precisos y a medida que nos adentrábamos mas se multiplicaban en cantidades mortales finalmente llegamos a un claro rodeado de lúgubres casas las cuales me recordaban a mis pesadillas de niño eran la representación y personificación de los peores miedos una aldea dominada por el hambre y la peste, donde sus habitantes luchan no solo por comer sino por vivir, por no ser absorbidos por esa maldición. una cantidad de gemidos me sacaron del estupor en que me encontraba alrededor de 10 o 12 humanos de apariencia famélica, casi consumidos en la peste atacaban a una joven de cabello castaño, y marcas blancas en la piel de sus finos brazos intentaban sujetarla, esos sujetos se encontraban casi completamente absorbidos sus cuerpos eran puros harapos que cubrían esa piel podrida de un color blanco como la luna sus cuencas casi vacías, notaban que apenas podían percibir la luz. titubee por un segundo y cuando mire a lutharun lo vi. lanzado como una flecha hacia la multitud de humanos esqueléticos su apariencia de lobo resaltaba gris sobre esas cosas, sean vivos o muertos saltando sobre ellos y derribándolos sin un mínimo esfuerzo recién en ese momento comprendí que ya no eran hombres sino solo cadáveres sus restos yacían en pedazos por el suelo lutharun se acerco a la joven y le ofreció su mano, la muchacha no tenia fuerza alguna apenas si podía mantenerse de pie. luego de refugiarnos dentro de una de las tétricas casas, le ofrecimos algo de comer pero fue inútil la comida era una pasta negra rancia, al parecer todo el alimento que llegara a mort`ton se transformaba en basura, era inútil llevarlo, ella me contó que se alimentaban de las pequeñas criaturas que habitaban los pantanos pero que hacia días no tenia la energía para salir de allí y atrapar si quiera un caracol, la angustia en su rostro me demostró que no mentía y que sentía vergüenza al confesar esto. lutharun se paro de golpe al oír estas palabras, su rostro demostraba odio y confusión sus puños se cerraron de golpe y presionaron con tal fuerza que creí q comenzaría a brotar sangre de ellos. inmediatamente y sin palabras atravesó el vidrio de la ventana y corrió en dirección a la salida de la aldea. -volverá con comida, lo se....- -tu no entiendes ya es tarde para cualquiera que viva aquí.- -pero tu vivirás,-conteste -no, yo ya estoy muerta, no hay ser que pueda salvarme- -he oído decir que hay cura para esta enfermedad,- -que enfermedad?? esto es un maleficio y no hay remedio que pueda acabarlo- -aquí hay un alquimista que puede curarlo, lo he escuchado- -no, te equivocas no puede curarlo solo detenerlo por un tiempo- -no puede ser, el puede acabar esta enfermedad, también podrá curar la licantropía!- -no, no lo hará, la ultima gota de su serum esta en mi poder, y ya no hay nadie que pueda fabricarla- -vendrás conmigo, y yo te ayudare, he oído hablar de un sujeto que hace pociones-en varrock!- -de verdad crees que podrán copiar este serum?- -por supuesto ese hechicero aumenta la fuerza lo los guerreros!-podrá hacerlo!- -esta es la... la ultima dosis- -por eso debemos partir ya mismo hacia varrock- la pared de la casa se sacudió completamente logre distinguir la silueta conversionada del lobo lutharun mis sentidos detectaron el peligro, un olor nauseabundo lleno mis pulmones -corre! aléjate de acá!- -donde voy!- -solo corre aléjate!- mi cuerpo se contorsionaba, mis huesos se expandían mi viste se torno amarilla y mis sentidos tanto como mi fuerza se agudizaron. con un solo golpe y sin esfuerzo derrumbe la pared contigua donde se encontraba lutharun era incomprensible. un ejercito de seres corrompidos se alzaba enfrente mió mi gruñido los atemorizo todos retrocedieron un momento, mi olfato detecto una presencia familiar, el olor a alguien conocido era el olor que mi sangre llevaba ahora... era el olor de mi muerte como humano era... -¡ALUM!- el sonido salio tan distorsionado por el eco de mi odio, que apenas fue entendible para un lobo un solo salto me basto para alcanzarlo de entre las filas de demonios, vampiros, lobos, y muertos vivos la ira que me apresaba era maldad pura, era todo mi ser diabólico expulsado en forma de ataque un ataque que podría destrozarlo todo, el rencor de mi humanidad robada por una sucia trampa volvió a mí los ojos de alum centellaron entre la multitud, de un amarillo implacable, ese amarillo traicionero, ese amarillo que escondía una victoria vacía. mi caída fue bruscamente detenida por cantidades de manos, no me dejaron llegar allí. mientras mas me estiraba para atraparlo con mi garra mas me alejaban de el mis sacudidas provocaban daños a los muertos, quienes perdían sus brazos por el aire. finalmente supe que no conseguiría nada, y decidí retraerme del combate intente alejarme pero un vampiro me mordió el cuello, de tal manera que comenzó a salir mi sangre despedida en chorros rojos, corrí alejándome de allí cuando recordé a lutharun tendido sobre la pared, sus ojos que siempre demostraban esa, lucidez, esa valentía, ahora estaban acallados sin un solo rumor que indicara su vida sus manos ya humanas aferradas a su inventario, esa mochila colgada solo de un hombro despedazada quien sabe por cual de esas criaturas que me aferraban hace un momento lo cargue sobre mi hombro a medida que el ejercito bloqueaba la entrada al pueblo. observe tendida en el suelo, a la muchacha la tome con mi brazo izquierdo y la colgué en mi hombro que se encontraba vació, me vi obligado a andar en dos patas, puesto que para un lobo resulta incomodo, si me reposaba tan solo un poco podría perder mi equilibrio y caerían los dos al suelo, la masa abominable de lo que llamo excremento humano se acercaba cada vez mas, corrí hacia la derecha hasta hallar un puente de madera muy maltrecho. corrí a toda velocidad pero aun así, el paso dificultoso me robaba ventaja y cada vez se encontraban mas cerca mío, tropecé torpemente con un objeto extraño, era una especie de pala de minería, estaban muy cerca el tiempo se agotaba, lutharun despertó entonces incorporándose se coloco a mí flanco izquierdo le dije que sujetara a la muchacha que no importaba lo q sucediera debía llevar esa poción a varrock que debía a toda costa curar a newer, q lo hiciera!. Estaba desesperado eran tantas criaturas que no podía imaginar tan solo la idea de salir con vida entonces mire a mis pies la pala estaba serenamente colocada sobre el pastizal verde ocre. fulguraba como el metal pulido, y note tierra en la punta, que extraño el ejercito cada vez mas cerca una voz en mi cabeza se repetía incesantemente una voz con un eco monstruoso, era la salvación cavan, cavan, cavan una y otra vez me enloquecía, mi cuerpo se estremecía a cada palabra tome mi cabeza con ambas manos y el sonido calmo grite con voz humana con toda mi fuerza, CAVA!!! lutharun se agacho a mi lado y tomo la pala, no comprendía que, pero la tomo de todas formas el ejercito estaba sobre nosotros, ya no había escapatoria lo mire por ultima vez, y en el momento de decir adiós. mire el suelo, y señalándolo le dije, ¡AHI! lutharun no titubeo hundió la pala tan fuerte que casi pierde el control y deja caer a la muchacha al suelo en ese preciso y sagrado momento, un hueco se abrió en el suelo, un hueco inmenso que nos trago a los 3 lo ultimo que vi fueron manos intentando agarrarme mientras caía, me sentía flotar, estaba cayendo, y sentía un vació en mi estomago, que fue interrumpido por el estrepitoso golpe de mi cuerpo impactando el suelo al parecer en sonido que escuche no fue sino el crujido de mi antebrazo partido. la luz ilumino mi rostro, era una tenue luz rosada que se posaba suavemente sobre las paredes adoquinadas, el fulgor rebozarte de las antorchas enceguecía mi vista como por una magia oscura la habitación se encendía cada vez mas, pronto caí en la cuenta de que no escuchaba nadie a mi alrededor -¡lutharun! -aquí estoy- contesto el mientras tanto intentaba ponerse de pie, logre ver su esfuerzo por contener a la muchacha que se encontraba al limite de su fuerza, parecía que cada minuto doblegaba su peso, era ya, un dolor enorme el mover los miembros inmediatamente me acerque a lo que parecía ser un ataúd, con mi brazo izquierdo sano tome la gran roca que tapaba la vasija mortuoria. -¡no lo abras!- lutharun señalaba con su puño abierto hacia mi, su rostro consternado borraba todas las facciones sutiles que alguna vez había lucido. -si lo haces moriremos- -de que estas hablando?- -se dice que en el fondo de morytania existen unos guerreros que habían sido corrompidos por el mismo mahjarrat según cuenta la leyenda, estos guerreros fueron seducidos por los milagrosos poderes de unas armaduras que el demonio les había prometido, ellos lucharon durante años sin perder una sola pelea, día tras día enemigos llegaban de lejanas tierras para medirse en batalla con ellos, algunos venían atraídos por el inmenso poder que portaban en forma de armaduras. aun así, el mahjarrat tomo sus cuerpos y sus espíritus como el pago por el don que les brindo. se dice tan bien que las armaduras fueron enterradas junto con ellos, y que sus fantasmas aun vagan por aquí, es la leyenda de los barrows, los humanos-demonio. los hermanos corrompidos...- -acaso crees... crees que sus armaduras aun estén.. aquí?- -no lo se, y no quisiera averiguarlo...- aun no se cual fue la razón, pero supongo que fui cegado con el relato, quien seria poseedor de tan grande tesoro?, mis manos parecían tomar vida propia, mis ojos intentaban atravesar el ataúd, y mis sentidos se agudizaban en un vano intento por saber que secretos escondían esos cajones. jamás pensé lo que ocurriría si osaba correr una tapa, no fue hasta que la moví hacia un lado que comprendí que era avaricia lo que me daba la fuerza para abrir el sarcófago. parecieron una ráfaga de imágenes, oí el grito horrorizado de lutharun, vi fugazmente su rostro de reojo, esa expresión que tienen los vivos que no desean la muerte en el instante en que saben que les espera la mas cruel de las muertes. vi a la chica pálida, completamente blanca. y vi, lo que mas miedo me causo. mi mano poseedora, de mi ultima fuerza, la fuerza que abriría el mas temible de los tesoros, que liberaría a la bestia mas implacable. la luz resplandeció en un tono rosado y fresa, la construcción de roca que contenía esa luz, exploto en pedazos, liberando una energía tremenda. un grito sacudió mi cuerpo, me erizo el pelo de la piel, y enmudeció cada palabra que podría haber expresado. un ser inmaterial se postro frente a mí, una nube de humo reconstruía lentamente un esqueleto. un cráneo cadavérico, se alzaba frente a mi pecho, y era rápidamente recubierto por una fina capa rosada, que asemejaba la piel de un humano, cosa que esa criatura no era. la mano de ese ser se aferro a su rostro, era como si quisiera inflingirse daño así mismo como si quisiera comprobar su existencia. a medida que se arrancaba la cara furiosamente con los dedos, esta se desprendía en una pequeña línea de humo que se desvanecía ni bien alcanzaba unos centímetros de el rostro nuevamente atacaba contra si mismo una y otra vez, intentando sentir el dolor. sin poder comprender que ese cuerpo ya no poseía mas vitalidad que la que posee un mero fantasma, un espectro común y corriente. finalmente me miro, el aire que flotaba a su alrededor tomo forma de un hacha gigante. yo estaba petrificado en una esquina de la pequeña habitación. ya sin pensarlo, como hacia cada vez que era acorralado, mi cuerpo adopto la forma de bestia, y me abalance encima de el pero no conseguí hacer contacto. pase a través de el como si fuera la mas aterradora ilusión jamás vivida, luego de muchos intentos comprendí que no podía hacerle daño estando en esa forma, sin embargo el había demostrado que si, su hacha se hundió en mi costado derecho sin la mas mínima posibilidad de esquivarla. sus ataques eran cada vez mas certeros. decidí cambiar de forma e intentar algo, rápidamente avance con la velocidad del lobo, pero la apariencia de un hombre, y con mi espada logre desvanecer su brazo, pero este se regeneraba casi instantáneamente pero aun así, logre golpearlo, ese fue mi primer golpe certero. concentre toda la energía de mi cuerpo en mi brazo izquierdo, el derecho era completamente inútil. lo embestí nuevamente en el pecho pero fue en vano, su cuerpo se volvió a regenerar no importaba cuanto lo intentara, era una materia inexistente!. no sabia que hacer me encontraba en una habitación sin salida, sino podría contra el debería huir, observe las paredes, mientras observaba la pared en busca de algún signo de rotura, alguna puerta una caverna, algo! la desesperación se tornaba en mi frente, el sudor se abalanzaba sobre mi como la niebla, y allí, atrás mío, lutharun esa figura ennegrecida por el polvo sosteniendo e intentando defender a la pobre joven quien estaba al borde del colapso. no había en aquel lugar señal de escapatoria alguno. -sino hay por donde huir...- -¡YO! ¡HARE UNA SALIDA!- mi espada se hundió en la pared de la derecha e inmediatamente los bloques de piedra comenzaron a desplomarse, uno tras otro como una gran avalancha. la habitación contigua se ilumino del mismo color que en la que me encontraba. el polvo provocado por la demolición de la pared, n permitía ver que había dentro, solo percibía otra presencia. lo que mis ojos lograron ver, no podía creerlo. el horror no tenia limites, tanto lutharun como la joven y yo, nos encontrábamos atónitos. antes de que el polvo se haya disipado por completo, un nuevo ataúd surgió de la recientemente descubierta habitación, y una mano formada por un gas rosado movía lentamente la cubierta del cajón. como si el tiempo se ralentizara, ese humo se tornada mas intenso y adoptaba otro nuevo rostro, un rostro enigmático, cubierto a la mitad por una capa, un bastón se erguía en su mano derecha, y sus pasos se dirigían hacia nosotros. si hubiera tenido la posibilidad de pedir un deseo habría sido que el sufrimiento se limitara a ese momento, que no sucediera nada mas, pero esa esperanza se desvanecía junto con cuatro temblores mas, hacia donde dirigiera mi sentido de la audición las paredes estallaban, a mi derecha el inmenso muro de roca sólida se desplomo como por arte de magia, otro de esos seres este con dos martillos en sus puños asomaba su cabeza a través del humo. mientras que detrás del que parecía ser un mago otro resplandor lejano advertía que un nuevo enemigo se avecinaba, una flecha de luz rosada atravesó mi hombro como un relámpago. no había donde huir. no había donde ocultarse, no había si quiera mas fuerza para luchar, solo quedaba el espíritu de dos guerreros azolados por los dolores. un alma que ya apenas podía vivir, y por otro lado, 6 sombras espeluznantes, 6 seres que reflejaban en sus ojos rojos nada mas que muerte. recordé una frase leída en un viejo manuscrito. como evocación de la perdición. esta frase ilumino mi camino fortalece tu corazón... desenvaina tu espada... y prepárate por que algo se acerca... y debes creer... debes creer que aun hay esperanza, sino.... todo se hará final...
disculpen por este final tan abrupto, me encuentro en lo mas alto del wilderness. para los que leyeron la parte anterior de este relato, ya deben conocerme mi nombre es gandalfwith Debo comentarles que me encuentro muy mal herido, fui atacado por una extraña criatura Jamás había visto algo semejante, un ser capas de dominar el triangulo No se cuanto mas pueda avanzar, y para empeorar las cosas hace tiempo he notado una presencia que me acecha no se de quien se trata, cada vez que observo la oscuridad siento una mirada penetrante, llegue a ver dos ojos amarillos, lamentablemente, ya no puedo abandonar mi misión. ahora me cuestiono, tal vez, no debí haber, empezado este viaje...
gandalfwith, de lumbridge
|